BARRENCE WHITFIELD & THE SAVAGES + Los Chicos en Madrid

Pocos rockeros deben quedar por nuestros lares que no conozcan ya a Barrence Whitfield y sus salvajes. Mr. Whitfield aúlla soul a velocidad endiablada con el mismo espíritu que Little Richard, Don Covay o Solomon Burke, con una energía ilimitada y un entusiasmo inigualable por su música y su público. Barrence es una rareza en este negocio, uno de los pocos negros del rock’n’roll que, según la prestigiosa revista Spin,
mantiene una actuación frenética hasta que se baja del escenario.

Y es que nuestro protagonista es un actor tan obsesionado por complacer a su audiencia que se le ha llegado a llamar “loco frenético completamente trastornado”. Su objetivo no es que te quedes parado ante su espectáculo, más bien al contrario, quiere que te muevas hasta
hacer volteretas si es necesario. 
"Hubo un espectáculo en Inglaterra en el que abrí para The Damned y comencé a arrojar latas de cerveza a la audiencia. Los dueños del club me decían: '¡No puedes hacer eso!' Las tiré allí para que la gente bebiera y se divirtiera. Pero fui demasiado lejos y casi comencé un motín" (Barrence Whitfield)
Barrence Whitfield & The Savages salieron escopeteados de Boston (USA) a mediados de los ochenta. Con su amor por el soul primitivo, el baile y sus sudorosos conciertos, fueron al R&B lo que The Cramps al rockabilly: una droga musical para los nuevos expertos del underground. Publicaron varios discos, se convirtieron en los favoritos de Andy Kershaw de la BBC, realizaron giras con artistas como Bo Diddley, Tina Turner o George Thorogood, y ganaron siete Boston Music Awards.
Volvieron en 2011, estuvieron de gira con The Sonics, tocaron en numerosos festivales y populares programas de televisión, en la BBC,…
Ahora parece que realizarán su última gira antes de dejarlo definitivamente. Y vamos a poder disfrutarlos de nuevo muy cerquita de casa.

LOS CHICOS
Han quemado las yemas de los dedos en cubetas de discos buscando el logo de Crypt records. Se han dejado las cervicales headbangueando en la primera fila de cualquier concierto de garage-punk que se les ha puesto a tiro. Y se han subido también ellos al escenario para celebrar que el rock’n’roll bravo es una música y una actitud, sí, pero también es una manera de entender la vida y hasta una religión profana. Son Los Chicos, el blasón del rock’n’roll dionisíaco, la supervivencia del punk a pie de garito, el orgullo de nuestro tasca rock/bodega rock (traduce y adapta como quieras pub rock). Rafa Suñén, los gemelos Gerardo y Antonio Urchaga, Guillermo Casanova y Ral García suman siete álbumes y giras por todo el mundo difundiendo la palabra rock y dejándose querer también por el country, el gospel o el soul. Este nuevo disco explica por qué el grupo ya lleva 17 años dándolo todo, molándolo todo. Porque todavía lo dan y lo molan todo.